LA FELICIDAD
El poder del libre albedrío deriva varios estados del Ser uno de ellos es el sentimiento de  felicidad y es la consecuencia de la paz, el amor y la fe convirtiéndose en la cosecha de la evolución lograda. Cuando se ha llegado a este estado se disfruta totalmente y permanentemente lo que se ha deseado. Sin embargo como viene del poder de libre albedrío ésta se tiene que ELEGIR,  si no has llegado a este sentimiento estas trabajando y abrumado tratando de tener solo momentos de alegría y esta alegría es desbordada con emoción engañosa y pasajera y dices “me la pase bien en la fiesta o en vacaciones”, y cómo te la pasas el resto del tiempo. La idea de querer que la vida sea una fiesta nos confunde, porque lo que la felicidad es la celebración de la vida. Celebra y estarás feliz y no sólo alegre, porque cuando sólo estas alegre crees que tienes que hacer méritos para poder tener esos momentos y la felicidad es un estado del Ser que solo requiere la decisión y aceptación de lo que ya es. Nada más lejano a la felicidad que el juicio y no aceptación de todas las cosas y personas porque todas están hechas de amor y por lo tanto todas absolutamente proporcionan felicidad. Busca en el camino a la felicidad la contemplación, recuerda caminar es la felicidad.  El amor ha buscado hacerte saber su presencia en todas la cosas y personas para que tú decidas qué hacer con ellas, esa es la consecuencia del amor. Como la felicidad es un estado permanente, el odio ha buscado que la tristeza también lo sea y estaciona la mente en una idea y no la mueve para que te quedes ahí,  pero al aceptar ésta desaparece y habrás dado paso a la felicidad. Texto de la conferencia el origen de las Emociones del curso de Sabiduría Eterna, autor Armando Quezada

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